La ciudad de Cremona conserva mejor de otras ciudades lombardas la dimensión y el encanto de la ciudad medieval, entre iglesias romanicas, senderos, yesos desconchados. Se parte de Plaza del Ayuntamiento, modelo de plaza medieval en que se asoman los principales edificios de la ciudad como la Catedral, el baptisterio, el PaLacio del Ayuntamiento con el célebre Torrazzo, símbolo de la ciudad con en su enterior la escalinada, en la cima de la que se tiene una hermosa vista de la ciudad y sus alrededores. Y aún la Logia de los Milites, lugar de reunión de la «Sociedad de los Milites», una antigua sociedad cívica municipal, constituida por dos salas rectangulares. Luego se pasa a los paLacios renacentistas y barrocos como PaLacio Fedri en curso Matteotti y PaLacio Stanga Trecco en Calle Gimnasios. Muchos edificios religiosos albergan importantes frescos de pintores de la escuela dieciseisava como las iglesias de S. Segismundo, S. Pietro al Po y S. Agustín. Templo de la cultura cremonese es el imponente, catedrático PaLacio Affaittati, sede de la Biblioteca estatal, una de las más importantes de la Lombardía, el Museo Cívico y el Museo Stradivari; éste en particular es testimonio de cómo el arte de la fabricación de violines de Stradivari se lleve adelante con sabiduría las tiendas artesanales y de la Escuela de Láudes. En el resto de la provincia, a Crema es posible admirar plazas, casas históricas apoyadas cara a cara, paLacios aristócraticos y verdes patios, estructuras monásticas, la Plaza de la Catedral, la Catedral y su campanario. Soncino es un ejemplo único de Ciudadela fortificada con su potente fortaleza; a Casalmaggiore por visitar es su Catedral y el complejo monástico de Santa Clara. Las villas de visitar en esta provincia son Villa Sommi Picenardi a Torre de Picenardi, Villa Manfredi a Cicognolo, Villa Maggio-Trecchi a Vho, Villa Medici del Vascello a San Juan en la Cruz.