Capital de provincia, Padua, fue fundada más de 3.000 años en un Recodo del río Brenta. Muchos visitantes son atraídos por las obras maestras de arte que la ciudad encierra, empezando por la enorme concentración de frescos por obra de artistas como Giotto, Giusto, Mantegna, Guariento y Altichiero que han enriquecido numerosos paLacios e iglesias de la ciudad. Muchos pinturas son conservadas en la Pinacoteca del Museo Cívico a los Ereminati. El monumento más conocido de Padua es sin duda la Capilla de los Scrovegni, situada en el interior del Jardín público de la arena. Verdadera concentración de arte se encuentra en las numerosas plazas esparcidas en la capital como Plaza de las Hierbas y Plaza de los Frutos, donde se levanta uno de los monumentos simbólicos de Padua, el PaLacio de la Razón dicho el «Salón», que se remonta a principios del 1200. Poco distante se encuentra la Plaza de los Señores, elegante plaza con toque renacentista, rodeada de famosos monumentos como la Iglesia de S. Clemente, el PaLacio del Capitanio y la imponente Torre condecorada por el famoso Reloj-astrario diseñado en el trescientos. Y aún, Plaza de la Catedral con su Catedral y el antiguo Baptisterio dedicado a San Juan Bautista, enteramente decorado por un magnífico ciclo de frescos de Giusto de’ Menabuoi. Cerca de el, surge el PaLacio Episcopal convertido en 2000 en sede del Museo Diocesano donde es posible admirar espléndidas obras de arte y el majestuoso Salón de los Obispos. Célebre es el Café Pedrocchi, nacido en los primeros años del siglo XIX, y a su frente se encuentra Palazzo Bo, sede de la prestigiosa Universidad de Padua, la segunda más antigua de Italia, donde enseñó también el gran Galileo Galilei. Entre los patrimonios de la humanidad también se ha incluido el más antiguo Orto Botanico del mundo, basado en los tiempos para el cultivo y el estudio de plantas medicinales y donde, en el interior se encuentra la Iglesia de los Eremitani. Por último, se señala, Plaza del Santo, que incluye, además del monumento al Gattamelata, de heroica classicità y medida, que es entre las máximas obras maestras del Renacimiento y de Donatello dedicado al Gattamelata, la majestuosa Basílica de San Antonio, dedicada al patrono de la ciudad. En el resto de la provincia no se pueden olvidar las numerosas villas vénetas como Villa Contarini, la más grande y scenografica de la región; Villa Emo Capodilista, Villa Barbarigo Ardemani, inmersa en un espectacular jardín de época con un laberinto de boj de más de 1.500 metros lineales; la villa-fortaleza del Catajo; Villa Cornaro y Villa Pisani, incluidas entre las villas en estilo «palladiano» Patrimonio de Unesco. Mientras, entre las màs bonitas ciudadelas se señalan Cittadella, rodeada por una poderosa muralla con 32 torres de avistamiento; Monselice, con la imponente Fortaleza que domina todo el territorio circundante; Este, con el Castillo de Carraresi y Montagnana, con el Castillo de San Zeno y la Fortaleza de los Arboles.