Teramo, capital de la homonima provincia, está rodeada por el Maciso del Gran Sasso y fue denominada por los antiguos romanos «Interamnia” o «la ciudad entre los dos ríos» el Tordino y la Vezzola. Rica en historia y arte es posible hoy admirar restos y objetos arqueológicos que demuestran el paso de los distintos pueblos. Como por ejemplo los restos del Anfiteatro y del teatro romano, del siglo IV y del siglo III D.C., en el centro histórico, hacia Corso Cerulli, corazón de Teramo, los principales monumentos por visitar son la Catedral de San Bernardo, el PaLacio del Ayuntamiento, con la Galería del siglo ‘300, el PaLacio Episcopal, las iglesias de San’Antonio, San Getulio, la Casa de los Melaniti y la Galería Cívica. El museo principal es el Museo Arqueológico F. Savini. Y aún, la iglesia de la Virgen de Gdracias, desarrollada por un monasterio de monjas Benedictine y la Casa de los Melatino, en Plaza Melatini, de origen medieval del XIII siglo. En ell resto de la provincia señalamos Giulianova que nace de un antiguo asentamiento romano, Castrum Novum, y tiene una parte costera y una que se extiende sobre una colina. Aquí se aconseja en particular la visita a la Catedral de San Flaviano, el Belvedere en el mar en Piazza Vittorio Emanuele y el santuario de la Virgen del Esplendor. Y no sólo: se puede ver también el Museo de Arte del esplendor, el Museo Arqueológico Torrione «El blanco», la sala del escultor Rafael Pagliaccetti, la Capilla de Bartolomei y la Casa Museo Gaetano Braga. Entre las otras localidades de la costa de Abruzzo mencionamos también Roseto de los Abruzos, conocida como Lido de las Rosas, con amplias playas de arena y bajos fondos, donde se aconseja de visitar la Iglesia de Sant’Antimo, según la leyenda construida por el Papa Sisto V, y la Iglesia de la S. S. Annunziata de la fin del siglo XVI.