Asís, un pequeño pueblo medieval, cuna de San Francisco, el fundador de la orden religiosa de los franciscanos, es un raro ejemplo histórico de la ciudad-templo representado en el paisaje y en los sistemas de comunicación y en el territorio. En 2000 fue incluido en la lista de Unesco como patrimonio de la humanidad porqué la basílica de San Francisco contiene tesoros de obras maestras del genio creador humano y es un ejemplo excepcional de la arquitectura que tiene incluido el desarrollo del arte. Además de ser el símbolo de la ciudad de los mensajes de paz promovidos por San Francisco y Santa Clara, Asís es un muy cálido y hospitalario con un territorio rico en atractivos naturales, históricos y gastronómicos. Artesanos hábiles albañiles y escultores dieron a la ciudad un aspecto incomparable, pero su notoriedad se debe a la figura de San Francisco, el santo que hablaba con los animales. La basílica dedicada a él se compone de dos iglesias (la inferior y la superior), así como una cripta excavada en 1818 que conserva la tumba del santo y que consiste en un sencillo ataúd que apoya sobre la roca. Dentro de la basílica se puede ver los frescos de Giotto, Cimabue, Lorenzetti y los más grandes artistas de los doscientos y trescientos que hizo que este lugar una visita obligada para todos aquellos, creyentes o no, todavía sienten actual el mensaje franciscano.