Conocida en la antigüedad como Ibla, el Valle de Noto se encuentra en el sudeste de Sicilia. Ha sido insertado entre los sitios de la UNESCO por sus espléndidas ciudades barrocas tardía incluyendo Caltagirone, Militello Val di Catania, Catania, Modica, Noto, Palazzolo, Ragusa y Scicli. Ragusa se caracteriza por dos diferentes centros de las ciudades y es rica en arquitectura barroca, tanto religiosa como civil, como la Iglesia de San Juan Bautista, la Iglesia de San Giorgio, el Iglesia de Santa María de los milagros, el Palacio de la Cancillería, Palacio Bertini y Palacio Cosentini. Palazzolo es el centro medieval, en torno al cual la ciudad fue reconstruida después del terremoto. En Modica, no se puede perder la Catedral de San Giorgio y la Iglesia de San Pedro, el ‘Duomo’ de la ciudad baja. Mientras que en Militello en Val de Catania entre los principales edificios son las iglesias de San Nicolás y Santa Maria de la estrella. Scicli es rica en iglesias y villas patricias que tienen un gran valor artístico y arquitectónico. Caltagirone destaca por su rica arquitectura y la belleza de sus fachadas como es evidente en la Iglesia de Santa María del Monte, Santiago Apóstol y palacios como el Tribunal Capitanale y el Museo Cívico. En dos niveles es también la ciudad de Noto que ofrece un espectacular conjunto de edificios y calles barrocas, los palacios de la nobleza, como Palacio Ducezio. Por último, Catania, una joya del barroco tardío excepcional con el centro de la Plaza del Duomo, donde se encuentra el Palacio de los elefantes y la Fuente de Amenano.