Mantua, capital de la homónima provincia, se encuentra en el lecho curvo del río Mincio, rodeado de una serie de lagos románticos, así para que sea elegante y refinada. Históricamente dominada por la dinastía de los Gonzaga, que hizo una ciudad de corte de gran esplendor, alberga en el centro histórico numerosos testimonios de la época, desde el paLacio Ducal una verdadera ciudad-paLacio con sus 500 habitaciones, patios, jardines, al PaLacio del Capitán con vistas a Plaza Sordello. Y, sin embargo, el PaLacio de la Razón y el adyacente PaLacio del Podestá, el edificio público más antiguo de la Edad Media con a su lado la Torre del Reloj. Sin ok usar la Catedral, rica en varios estilos arquitectónicos como el campanario románico y la fachada neoclásica. También hay numerosos testimonios de artistas como Leon Battista Alberti y Andrea Mantegna; como la Basílica de San Andrés. En el resto de la provincia se señala Sabbioneta, construida con las enseñanzas de Vespasiano Gonzaga y rodeada de fortificaciones del siglo XVI. En particular, no se pierda las puertas de entrada Imperial y Victoria, la iglesia de Santa María de la Asunción y la Galería de los Ancianos en Plaza de Armi, el teatro Olímpico diseñado por Vincenzo Scamozzi y decorado con frescos de Paolo Veronese, el PaLacio Ducal y el jardín del paLacio. Mientras, en Revere hay los restos de la residencia de los Gonzaga. Por último, se señala Medole, donde se conserva un retablo de Tiziano, San Benedetto Po, con la abadía reconstruida por Giulio Romano; Marmirolo con el pabellón de caza del Bosque de Fontana y Canneto, considerado la tierra de juguetes debido al Museo del Juguete, que muestra más de 1.000 piezas de muñecas y juegos, recogidos desde el ‘800 hasta hoy.