El territorio de esta provincia es totalmente con vistas al mar Jónico. Además de la capital provincial Taranto otros centros turísticos costeros son: Marina di Ginosa, Marina di Pulsano, Marina di Leporano y Campomarino di Maruggio, todos lugares que además del relaje en la playa permiten llevar a cabo cualquier deporte de agua. Taranto, cuyos primeros asentamientos se remontan a unos marineros griegos cerca del siglo VIII D.C., es una ciudad predominantemente industrial, pero que puede ofrecer importantes excelencias artísticas y del paisaje. Para proteger el puerto fué erigido el Castello Aragonese o Castel Sant’Angelo que data del siglo X. A sus pies podemos ver el puente giratorio inaugurado en 1887 y que permite superar el Canal artificial que une el Gran Mar con uno de los dos lagos naturales interiores, que hacen esta ciudad especial. Cruzando el Gran Mar hacia el interior se llega a un segundo lago de sal natural llamado Pequeño Mar. Esta forma particular ha permitido desarrollar constantemente las actividades de pesca, particularmente en el cultivo de moluscos y en particular los mejillones de la cual la ciudad es un importante productor. También en la parte antigua de la ciudad, que mira toda el mar, todavía podemos ver la Catedral de San Cataldo, también construida en el siglo x. El resto de la ciudad se desarrolla en los alrededores de los «dos mares». En el territorio de la provincia encontramos Massafra que es dominada por los imponentes edificios del castillo, la Catedral de San Lorenzo y la antigua Iglesia Madre. Se recorda el pueblo de Grottaglie para sus producciones de artesanía cerámica conocidas por todas partes. Continuando en dirección hay Martina Franca situada en las colinas de la Murgia y en el valle de Itria en el cuyo centro histórico podemos encontrar interesantes paLacios elegantes antiguos y numerosos edificios religiosos como la Basílica di San Martino y la iglesia del Carmine, mientras en el campo se pueden ver los famosos trullos con su forma caracteristíca.