Ravenna, capital de la homonima provincia, es considerada una de las ciudades más interesantes de Emilia Romaña, sobre todo para el complexo de monumentos paleo-cristianos y bizantinos que la caracterizan, habiendo sido durante siglos al centro del mundo, primera como capital del Imperio Romano del Occidente, con Teodorico rey de los Godos, luego como centro del Imperio Bizantino. La ciudad fue apreciada por muchísimos artistas y literarios como Oscar Wilde, Lord Byron y Dante, del cual se puede visitar su tumba, templo en estilo neoclásico que conserva los huesos del gran poeta italiano, que murió en Ravenna en 1321. Los protagonistas absolutos son los célebres mosaicos que reflejan la historia antigua de las ciudades, obras de perfección técnica increíble y que caracterizan a los sitios patrimonio de la humanidad de Unesco,en todo ocho: la Basílica de San Vital, el Mausoleo de Galla Placidia, los Baptisterios de Arrianos y los Ortodoxos, la Basílica de Sant’Apollinare Nuevo y en Clase, la Capilla Arzobispal y el Mausoleo de Teoderico. Además de estos monumentos se aconseja de proseguir la visita con la central Plaza del Pueblo que marca el centro histórico de la ciudad con el PaLacio de Gobierno, hoy sede de la Prefectura que ocupa los dos tercios de la plaza y PaLacio del Ayuntamiento,cuyo se oponen dos columnas venecianas de granito. En cuanto a las localidades costeras se aconseja Marina de Ravenna y Cervia, localidad de vacaciones entre las más conocidas; Milán Marítima, uno de los más frecuentados centros balnearios de la costa romañola, rica de locales nocturnos. Mientras, el inmediato alrededor de Cervia y Milán marítima, se caracteriza por los espejos navegables de la antigua salina y el famoso Pinar de Cervia. Y aún, Faenza es famosa en todo el mundo por su antigua tradición de la elaboración artesanal de mayólicas y de porcelana por las cuales han dedicado desde 1908 el Museo Internacional de Porcelana. En la ciudad de Russi es posible admirar la villa romana de edad augustea y a Lugo, el Pavaglione, construido a partir de 1771 y completado en 1784 por Giuseppe Campane, es un imponente quadriportico, que surge en el sitio de un más antigua Galeria del siglo ‘500 tardío, para las necesidades del mercado de los capullos de gusanos de seda.