El Parque Nacional del Apenino Tosco Emiliano se extiende entre la Toscana y la Emilia Romaña, comprende las porciones de línea divisoria apeninica de las provincias de Lucca, Massa Carrara, Parma y Reggio Emilia entre los valles del Dolo, del Asta, del Secchia, del Enza, del Cedra, del Bratica y del Parma en la vertiente emiliana y para la Toscana entre los valles del Taverone y del Rosaro. El parque nace de la fusión de áreas protegidas distintas entre ellas: el lado emiliano el Alto Apenino Reggiano, la Alta Val Parma y Cedra, la piedra de Bismantova y los yesos triásicos del Valle del Secchia. En la vertiente toscana, en correspondencia del Monte Vecchio, desde la dorsal apeninica se aleja hacia la Garfagnana un contrafuerte que alcanza el macizo calcáreo de la Pania de Corfino y el Parque Natural de la Orecchiella. El territorio es muy antiguo: las formaciones geológicas se datan entre el triásico superior (210-200 millones de años) y el Miocene Medio (17 millones de años), con huellas evidentes en los montes y los valles, tanto de influir también en la flora. El Parque ofrece una extraordinaria riqueza de ambientes naturales, de las pastizales a las brezales de arándanos a las cimas más inaccesibles; y aún lagos, cascadas, espejos de agua, paredes rocosas que se ponen verticalmente sobre los torrentes. Importante la fauna, que ve lobos, ciervos, corzos y aguila real, y muy importante la flora, con muchas curiosidades botánicas que hacen de zonas enteras, verdaderos jardines botánicos naturales.