La característica principal de Bolzano, capital homonimo de la provincia, es la de incluir en el, dos diferentes culturas: la mediterránea y las central Europea, como se deduce de sus arquitecturas, por las carreteras, arcadas y plazas de su centro histórico. A partir de la Catedral, el monumento símbolo de la ciudad. Expresa muy bien el encuentro de dos culturas, italiana y alemana. Situada en el lado sur oeste de Plaza Walther, en la que es conocida como Plaza de la Parroquia, se caracteriza por una arquitectura romaníca y gótica, por su techo de azulejos con colores intensos, verde-oro, para su pinacúlo de filigrana, elegante y etérea, con el campanario gótico con su cúspide agujereada, considerado el más hermoso de esa región. Entre los otros edificios religiosos se señalan aún la Iglesia de Domenicanos y la Iglesia de Franciscanos. Plaza Walther, durante el período navideño, alberga el tradicional Mercado de Navidad con las características cabañas de madera que proponen adornos, productos de artesanía y especialidades culinarias. Por último, señalamos el Museo Arqueológico del Alto Adigio que expone especímenes y documentación sobre la historia altoatesina desde las orígenes a la primera Edad Media, entre ellos el famoso Hombre llegado del Hielo, la momia de «Ötzi», un cuerpo momificado que data aproximadamente de 5.300 años. En el resto de la provincia se aconseja visitar Bressanone, ciudad de arte de especial importancia, con sus paLacios que fusionan elementos goticos, renacementales y rococò. No se puede perder la Catedral con el claustro con frescos, el PaLacio de Principes Obispos, sede del Museo Diocesano que incluye el característico Museo de Pesebres. Y aún, la Abadia agostiniana de Novacella, complejo religioso de gran valor artístico, que se encuentra en los alrededores de zona. La provincia es famosa por la presencia de numerosos castillos, entre los cuales muy interesantes por visitar son el Castel Trauttmansdorff que, rodeado por sus magníficos y pintados jardines, fue en el pasado la residencia invernal de la Princesa Sissi, que solía venir en Alto Adigio donde el clima era más indulgente. Hoy es sede del singular Touriseum, el Museo provincial del turismo, que recorre la historia del turismo Altoatesino. El Castillo Tirol (XI-XIII sec.) es célebre por las decoraciones y la Capilla rica de frescos, y alberga el Museo histórico-cultural de la provincia de Bolzano; por no dejar también el renacemental Castillo de Velturno y el Castillo de Rodengo, situado en una hermosa posición. Si en Vipiteno son de admirar el PaLacio del Ayuntamiento por los interiores muy decorados, la Torre de Doce, símbolo de la ciudad, y las espectaculares cascadas de Stanghe a Racines, Merano, ofrece un oasis de relajación y bienestar con sus espléndidas termas. Además, es una ciudad rica de historia y arte: su centro histórico conserva varios monumentos entre cuyos el Castillo de Principes y el Kurhaus, el grandioso complejo del primer siglo XX en estilo liberty, hoy sala de conciertos y grandes acontecimientos como el Merano Wine Festival. Por último, en Val Pusteria se señala Brunico con su imponente Castillo que forma parte del proyecto museal Messner Mountain Museum querido por el famoso alpinista Reinhold Messner para celebrar la montaña y su relación con el hombre.