Capital de la homonima provincia, Livorno es sede de uno de los puertos más importantes de Italia. La ciudad es también sede de la famosa y selectiva Academia Naval, de la cual salgan forjados los futuros oficiales de la futura Marina militar italiana. Rica de un patrimonio artístico y cultural de importancia internacional, la ciudad conserva aún hoy el encanto y disposición desarrollada por los Médici entre el Quinientos y el Seiscientos: la murallas pentagonales rodeadas de zanjas navegables, las fortalezas por el característico color rojo entre cuyas la Fortaleza Vieja, obra de Antonio por Sangallo, la Catedral y la porticada Calle Grande. Sin olvidar el barrio Venezia Nuova, en el centro de la ciudad, construido en el modelo de la ciudad lagunar con una densa red de canales con puentes y paLacios a más pisos y tiendas a la moda y características. Cuatro Mori es el monumento símbolo de la ciudad, situado en Plaza del Pabellón y creado por Pietro Tacca, escultura en mármol que representa el Gran Duque Fernando II y 4 estatuas en bronce de prisioneros encadenados. Entre las arquitecturas religiosas señalamos la iglesia de Santa Caterina y el Santuario dedicado a Santa María de Gracias, situado en la fracción Borgo de Montenero, a pocos kilómetros de la ciudad. Mientras, entre las arquitecturas particulares encontramos el Cisternone y el Cisternino, dos grandes depósitos en estilo neoclásico del arquitecto Poccianti, hoy sede de eventos culturales. Por último, se aconseja la visita al Museo Cívico Juan Fattori, situado en la maravillosa Villa Mimbelli. El resto de la provincia se aconseja como destino balneario el Golfo de Baratti con su característico puerto, el agua cristalina y la playa arenosa. Entre los pueblos más característicos señalamos Castiglioncello, con la necropolis de época tardío republicana; Cecina, con su interesante museo etrusco-romano; Bolgheri donde ha vivido durante un determinado período el poeta Giosuè Carducci; Suvereto, de donde se puede disfrutar de un buen panorama y se puede visitar la Iglesia romaníca de San Justo. Entre aquellos típicamente medievales se encuentran Campiglia Marítima, Suvereto y Sassetta que con sus tesoros de arte hacen único este territorio. Por último, como no mencionar la hermosa Isla d’Elba, caracterizada por aguas cristalinas y costas altas y escarpadas, rica en minerales y habitada desde tiempos antiguos, como lo demuestran los característicos centros de Río Marina y Capoliveri.