Alberobello, en Apulia, con sus Trulli es uno de los 50 lugares italianos reconocidos por la Unesco. El nombre, de origen griego, indica las antiguas construcciones conicas en piedra, de origen preistorica. La piedra utilizada para las construcciones era sacada de las rocas calizas del altiplano de las Murge. Hoy Alberobello es una de las zonas urbanas mejor conservadas en Europa que representa muchas técnicas constructivas prehistoricas. El origen de los trulli se remonta a mediados del 14° siglo, período en que el territorio fue concedido al primer Conde de Conversano, en reconocimiento de su servicio durante las cruzadas. La planta del trullo es circular; sobre la base de roca natural se injerta la pesada albañilería en cal. Generalmente son edificios modulares: las habitaciones internas son distribuidas en torno al compartimento central. El espesor de las murallas y la escasa presencia de ventanas aseguran un óptimo equilibrio térmico: calor en invierno y fresco en verano. El techo está compuesto por una cúpula de placas calcáreas ordenadas en serie concéntrica cada vez más pequeñas – llamadas «chianche» (al interior) y las más finas «chiancarelle» (al exterior). Importantísima la vuelta, a menudo decorada con motivos de carácter esotérico, espiritual o propiciatorio. Ingeniosa la presencia de una cornisa sobresaliente del techo utilizada para la recogida de aguas pluviales en las cisternas. Los trulli son un ejemplo único de construcción antigua que sobrevive y se utiliza aún hoy.