La tradición enogastronomíca de Reggio Calabria es muy variada, incluyendo platos de tierra y de mar. La verdadera estrella es el Chile picante, como en el resto de Calabria. Entre los platos típicos hay po lo que se refiere a los embutidos, la soppressata, el capicollo, los filetes y la ‘nduja; el queso tradicional es la rosamarina, conocido como el «caviar del Sur». El territorio también se destaca en el arte de las conservas: salsa de tomate, setas, berenjenas, atún y muchos otros productos. En el interior hay muchas clases de setas y una gran variedad de platos caseros típicos de la tradición calabresa como el sofríto, la parmigiana, la torta de alcachofas, varios tipos de carne como el capicollo y las salchichas con hinojo silvestre y pimienta negra, ricotta secada y salada y el clásico pecorino. Mientras que, entre los pescados los platos incluyen el pez espada, pescado entre abril y septiembre, junto con el «pescado azul», además de la tortiera de anchoas, chuletas de espatulas, ensalada de bacalao asado y las costardelle empanadas y fritas. Entre los postres se encuentran los crepes con azúcar, plato clásico de Navidad, turrón, cannoli con ricotta, «pignolata», tartas de morcilla, tortas de bergamota, mermeladas, fruta martorana o «morticeddi», helado (entre los distintos sabores se destaca el reggina), el turrón helado y los granizados frescos acompañados de brioches artesalales. Sin olvidar las «nzuddhe», hechas de harina, miel, almendras y vino caliente, típico de la zona de Tauro. Excelentes los vinos blancos y rojos, incluyendo el Zibibbo,el Cerasuolo y el Greco de Bianco D.O.C.