El Parque Nacional de Circeo, es uno de los 5 parques nacionales históricos de Italia. Fue creado en 1934 por Mussolini para proteger los últimos restos de las ciénagas Pontinas que precisamente en aquellos años habían limpiado. Es el único parque nacional italiano y europeo a extenderse tanto en llanura que en un entorno marino, y es una «reserva de la biosfera» de la UNESCO desde 1997. Situado a lo largo de la costa del Tirreno en el Lazio, se presenta como un mosaico de ambientes diversos donde, en la aridez de las dunas se contraponen vastas zonas húmedas. El Monte Circeo de origen caliza está dividido en dos sectores distintos: el lado septentrional recubierto por un bosque de acebos y el lado meridional expuesto a una fuerte insolación todo el año, rico de plantas y arbustos de la vegetación mediterránea. Entre los mamíferos destacan el tejón, el moscardino y algunas especies de murciélagos; mientras que entre las aves encontramos el colirrojo negro, el pájaro carpentero y el halcón peregrino. Típicas son las «piscinas», áreas ciénagas que se forman en la temporada de invierno para la acumulación de agua de lluvia. En el territorio del parque hay una franja costera arenosa que presenta una lozana vegetación. Los cuatro lagos costeros de Paola, Caprolace, Monaci y Fogliano, son pequeños estanques de agua salobre, ideal refugio para muchas especies de aves acuáticas. En 1979 el parque se ha enriquecido de una perla «marina»: la isla de Zannone que está desierta, cubierta por bosques de acebos y encinas.