La tradición eno-gastronomíca de esta provincia ha mantenido desde siempre un fuerte vínculo con las tradiciones pastorales en las zonas interiores montañosas y marítimas en la zona costera. Entre los primeros platos se destacan los espaguetis a la chitarra, un tipo de pasta de huevo, producida mediante un característico arte en madera dicho precisamente «chitarra», y las sagne, característica pasta, hecha de agua, sal y harina, en forma de pequeñas tiras. En cuanto a los segundos, encontramos la porchetta, las turcenelle o menudillos de cabrito en húmedo y cocinados con la adición de mucho pimiento picante. Existe además el conejo «a la chietina”, relleno de lonchas de jamón y los arrosticini de oveja. Los platos de pescado más famosos son las anchoas a la ortonese y las sepias a la Sanvitese mientras que entre los quesos mencionamos el Provolone dulce y picante de Guardiagrele, el requesón y el pecorino. Para los más glotones hay las Pizzelle, las Sise de las monjas también dichas ‘Tre Monti’, dulces formados por dos capas de suave bizcocho, rellenos por una capa de nata de pastelería, los Bocconotti, empanadas de pastaflora rellenas de chocolate, miel, mermelada o nata de pastelería, el turrón a los higos secos y el famoso sanguinaccio a la chetina, a base de sangre de cerdo filtrado, mosto, canela, chocolate y piñoles. Excelentes los vinos de Abruzzo como el rojo Montepulciano de Abruzzo, el blanco Trebbiano y el Cerasuolo de aAruzzo, sin olvidar el famoso Amargo de Abruzzo.