Gorizia, «ciudad fronteriza» y principal ciudad de la provincia homónima, es un importante punto de encuentro de diferentes grupos étnicos y es ricos en testimonios de la larga dominación de Habsburg. Los principales monumentos para ver son el Castillo Medieval con el pintoresco pueblo, que alberga el Museo de la edad media de Gorizia que está amueblado con muebles y objetos originales; por sus murallas se pueden disfrutar vistas panorámicas de la ciudad. También se recomenda la Catedral, el principal lugar de culto en la ciudad que pertenece a la orden de los jesuitas y los museos provinciales que mejoran todos los aspectos de la cultura local, incluyendo el Museo de la gran guerra. No se puede perder la moderna Plaza de Europa, espacio urbano entre Gorizia y Nova Gorica. En el resto de la provincia en Monfalcone, significativa para sus astilleros y el puerto comercial, se puede admirar desde la bahía de Panzano, dominado por las ciudades turísticas de Bagni de Panzano y Marina Julia. Mientras, Gradisca d’Isonzo conserva parte de las antiguas murallas, valiosos edificios religiosos y elegantes paLacios barrocos. Entre los balnearios se distaca Grado, conocido como la «Isla Dorada» por excelencia, gracias a la belleza de la laguna: un paisaje único, roto tan sólo por los característicos «casoni» de pescadores, ahora en gran parte abandonados. Testimonios de la primera guerra mundial son visibles en la zona del Carso, desde las trincheras de Monte San Michele a los monumentos, incluido el de Redipuglia, donde descansan los restos de 100.000 soldados. Por último, no se pierdas el Santuario di Santa María de Barbana, un importante destino religioso, situado en una pequeña isla de la laguna de Grado.