Milán, la segunda ciudad más grande de Italia, se considera una verdadera metrópolis europeas; desde la guerra, es una ciudad de oportunidades, la capital de la economía y las finanzas italiana, el reino de la moda y el diseño italiano. Por otra parte, la sucesión de muchas culturas, ha convertido a la ciudad de Milán, una de las más interesantes de Italia: en el casco antiguo hay arquitectural neo-góticas, barrocas y modernistas (Art Nouveau), así como los del posguerra, en puro estilo de futurismo y racionalismo italiano. La ciudad está dividida en 20 zonas, numéricamente identificados y caracterizados por su propio nombre; el corazón de la ciudad es la Catedral, su símbolo por excelencia, una obra maestra de la arquitectura gótica y dominado por sus altas agujas de cobre dorado en la parte superior de las cuales se destacan 3.400 estatuas, incluyendo la amada Madonnina. Junto a la catedral se destaca el neoclásico PaLacio Real, sede de importantes exposiciones de arte, y la famosa Galleria Vittorio Emanuele II, «el salón de Milán», con tiendas de las Marcas más prestigiosas del mundo. Milan, de hecho, incorpora el famoso distrito de la moda, conocida como la de París y de Nueva York: Via Montenapoleone, Via della Spiga, Via Manzoni y Via Sant’Andrea, donde se concentran los más grandes nombres del mundo de la moda. Representantes de la época del Renacimiento son el Castillo Sforzesco, el principal edificio histórico, con la Torre de Filarete y Parco Sempione. No muy lejos hay la Pinacoteca Ambrosiana que alberga una rica colección de pinturas de artistas como Caravaggio, Tiziano y Rafael. Mientras, la Galería de Brera que guarda muchas obras maestras como el Cristo Muerto de Andrea Mantegna. Y hablando de arte, Leonardo da Vinci ha dejado su huella artística más importante aquí en Milán; es el ejemplo más claro de la famosa «última cena» ubicado en la iglesia de Santa Maria de las Gracias, ambos declarados Patrimonio Mundial de la UNESCO. Y, sin embargo, el Teatro de La Scala, el templo de la música, construido por voluntad de la emperatriz María Teresa de Austria, es el teatro más famoso de Italia y unos de los mayores y más reconocidos en el mundo. Famosos por haberse convertidos en las zonas más de moda, los Navigli, se pueden definir como un barrio bohemio, lleno de artistas, músicos, políticos y arquitectos; además de una zona llena de lugares y restaurantes de moda, creada por la construcción de canales, como el Naviglio Grande y el Naviglio Martesana. Por último, para los amantes del deporte no se puede dejar de mencionar el famoso estadio de San Siro, donde el juego más esperado es definitivamente el derbi entre los dos famosos equipos de la «ciudad»: Inter y Milán. El resto de la provincia es rica en tesoros por descubrir en castillos, villas extraordinarias, abadías y paLacios. Entre los castillos señalamos en la orilla del Muzza en Cassano d’Adda, el Castillo Borromeo d’Adda, que tiene una larga historia; en Legnano el Castillo de San Giorgio, construido en el siglo XIII; en Cusago, el Castillo de Visconti, considerado uno de los mayores ejemplos de arquitectura de los castillos de la región. Mientras que entre los edificios religiosos no deben perderse las abadías medievales como las de Claraval y, en una colina con vistas al valle de Ticino, la Abadía de Morimondo.