La tradición eno-gastronomíca de esta provincia mezcla las tradiciones de Friuli, Eslovenia y Austria, comenzando con el plato típico de Grado, el «boreto graisana», un guiso de pescado y con el plato característico de Gradisca, la «jota», una sopa de frijoles, patatas, chicharrones de cerdo ahumados, costillas de cerdo y chucrut. Entre los primeros platos se destacan los ñoquis de pan con bacon, albóndigas de hígado o sémola con caldo y la «vrzota» o berza de Sant’Andrea, base de muchos platos tradicionales, como la sopa de repollo con harina de maíz. Entre los platos se puede degustar el kaiserfleish, carré de cerdo ahumado acompañado de chucrut y el gulash. Entre los postres hay la gubana goriziana, masa de levadura dulce con relleno de nueces, pasas, piñones, azúcar, aguardiente y cáscara de limon; la “pinza”, que es la tradicional focaccia y las palatschinken, tortillas rellenas de chocolate o mermelada de albaricoque. Excelentes los vinos Doc como el Cabernet, el Merlot y el Refosco, entre los blancos, el Pinot.