Pescara, capital de la homonima provincia, es una ciudad de mar. A pesar de su origen que datan del período romano, muchos monumentos fueron reconstruidos después del bombardeo del segundo conflicto mundial. Entre los principales señalamos la casa natal de Gabriele D’Annunzio, una de las personalidades literarias, sino también políticas, más importantes de Italia, de que mencionamos también el teatro puesto en el pinar que lleva también su nombre, realizado por un proyecto común de cuatro arquitectos. La fuente «la nieve» es el símbolo mismo de la ciudad de Pescara y se encuentra en el paseo maritimo. Entre los edificios religiosos señalamos la catedral de San Cetteo, construida entre el 1933 y el 1938 y la Iglesia del Sagrado Corazón, edificado a principios del siglo XX y inaugurado en 1910 surge en la plaza homónima, largo Curso Umberto I. Este último, termina en Plaza Renacimiento, más conocida como Plaza Tertulia; mientras, curso Monthonè, es el núcleo de la movida nocturna. Entre los museos se señala el Museo de Arte Moderna Victoria Colonna, en el corazón de la ciudad. Mientras en el resto de la provincia otros importantes museos son el Museo Naturál y Arqueológico Pablo Barrasso a Caramanico Terme y el Museo y Archivo de artistas Contemporáneos de Abruzzo al Castillo de Nocciano. Y aún, el Museo de las Tradiciones y de Artes Campesinas de Picciano, el Museo del Castillo de Salle y el Museo del Aceite a Loreto Aprutino. Entre los pueblos más hermosos de Italia son presentes en la provincia de Pescara: Abbateggio, conocido por ser el país de la cebada; Caramanico Terme, una típica aldea medieval, a 650 metros de altura en el corazón del Parque Nacional de la Maiella, famoso por la presencia de las termas; Città Sant’Angelo, situada sobre un belvedere natural de colinas que van del Gran Sasso al mar y Penne, rica de tesoros artísticos y culturales.