La región de Cerdeña es la segunda isla más grande del mar Mediterráneo y es una de las regiones más grandes en Italia. Su longitud de norte a sur es aproximadamente 270 km y tiene una anchura de unos 145 km. El territorio es sobre todo montañoso e irregular aunque las alturas de los varios picos no son altas; las alturas máximas se encuentran en el Macizo del Gennargentu con la Punta La Marmora 1.834 metros. Las zonas planas se encuentran normalmente a lo largo de ciertas zonas costeras o en la zona de la llanura del Campidano. La longitud de la costa de Cerdeña es casi 1900 km y su mar tiene de colores que van desde azul profundo hasta verde esmeralda. Las playas arenosas se alternan a las costas rocosas y salpicadas de arrecifes; en muchas áreas, especialmente en los más inaccesibles se pueden llegar en barco a unas pequeñas calas, rodeados de naturaleza salvaje y virgen. Las zonas costeras tienen una vocación muy turística, y especialmente durante el verano se convierten en el lugar preferido para los turistas que quieren relajarse en playas de arena bañadas por el mar que es, puede ser, el más bello en el mar Mediterráneo. La zona más internacionalmente conocida es sin duda la Costa Esmeralda (por el color del mar) con las localidades de Porto Rotondo, Porto Cervo y Palau en cuya frente hay la magnífica isla de La Maddalena y junto con las otras islas del archipiélago alberga el Parque Nacional de la Maddalena. Otros balnearios de gran belleza e importancia son: San Teodoro, Santa Teresa di Gallura, Stintino que en frente a su costa hay la isla de Asinara que alberga el homonimo Parque Nacional, Sant’Antioco, Villasimius, Cala Gonone y Porto San Paolo que en frente se halla la isla de Tavolara. Además de una oferta turística amplia la isla ofrece también numerosas zonas arqueológicas donde se pueden admirar los hallazcos de la civilización nurágica antigua, sobre todo, en el sitio de Su Nuraxi en Barumini, un sitio de patrimonio mundial, que recolecta ejemplos bien conservados de Nuragi, que son las antiguas viviendas que datan de unos 2.500 años atrás, de forma circulares y construidas en piedra. La isla también ha sido parte de la Magna Grecia y más tarde fue conquistada por los romanos, por lo que las zonas costeras hay todavía restos de estas dos antiguas civilizaciones.