La tradición eno-gastronomica, es considerada junto a la bolognese la cocina por excelencia de Emilia Romaña. Además, es una cocina muy antigua de que se encuentra ya huellas en los libros del 1300. Entre los productos de excelencia destacan los a base de cerdo como lo zampone (acompañado de las lentejas en el periodo de la Navidad) y el cotechino de Módena. El vinagre balsámico ha obtenido el prestigioso reconocimiento DOP así como el Parmigiano Reggiano. Y aún, la cereza de Vignola y la pera típica de Módena. Luego excelentes son las tigelle, focacce cocidas en el horno de leña y servidas con los famosos embutidos y quesos mixtos. Entre los primeros platos encontramos los célebres tortellini, a base de carne de cerdo, jamón y parmigiano además de los Fideos con el Ragù con los hongos, jugos de jabalí o liebre y a los Maltallados con alubias. En cuanto a las otras especialidades señalamos los Borlenghi, la Bomba de arroz, un flan de arroz relleno de paloma en húmedo y los Bocconcini a la de Modena, y el conejo a la cacciatora. Entre los postres se destacan los amaretti de San Geminiano, el Bensone, la Tarta Barozzi. Entre los vinos encontramos los célebres Lambrusco Grasparossa de Castelvetro, Lambrusco di Sorbara y el Lambrusco Salamino de Santa Cruz.