Rieti, capital de la provincia es considerada el ombligo de Italia, tiene su propio centro histórico que se desarrolla al alrededor de Piazza Vittorio Emanuele II con la Fuente de Delfines, el Ayuntamiento, que data del siglo XIII, en parte ocupado por el Museo Cívico, donde se encuentran hallazgos arqueológicos desde el siglo IX. A. C. a la época tardo-romana y pinturas desde los años ‘300 a la edad contemporánea. A poca distancia es Piazza Battisti donde hay la Manción de la Prefectura, de estilo renacentista del cuyo jardin se puede disfrutar la vista sobre la parte más antigua de la ciudad y las montañas circundantes; en la misma plaza se encuentra la Catedral, construida alrededor de 1100, y el PaLacio Episcopal, construido en el siglo XIII, sede de la Galería de Arte Diocesano, desde cuyo patio interior se conduce al Salón Papal espectacular. El edificio termina, al norte, con el Arco del Obispo, un paso elevado construido por Bonifacio VIII. Entre otros lugares turisticos de intéres se distaca PaLacio Vecchiarelli, situado junto a la románica iglesia de San Pedro Apóstol y PaLacio Vicentini, uno de los edificios más interesantes. Muy particular es el monumento a la Lira, inaugurado en 2003 y obtenido de la fusión de más de 2,2 millones de monedas antiguas de 200 liras. Todavía se informa de la visita a Rieti subterránea que incluye algunas residencias nobles de la antigua ciudad y los restos del antiguo viaducto romano. La provincia es rica en historia pero también y sobre todo en Arqueología; existen numerosos itinerarios para descubrir el mundo antiguo esparcido por el valle del Tíber y el valle del Turano. Hay muchas pruebas medievales en estas zonas como Macchiatimone en Pescorocchiano con los restos de su castillo medieval, la Roca del castillo de Corvaro en Borgorose, el Castillo de Collalto y Torre del Castillo Postmontem en Fara in Sabina, donde vale la pena visitar la Abadía de Farfa. Por último, importante para el turismo religioso y muy evocadores son los santuarios franciscanos, las etapas del viaje de St Francisco, como el Santuario de Fuente Colombo con la iglesia, el Monasterio y la Cueva; la Cueva Sagrada, donde según la tradición St Francisco dictó la regla final de su orden; el Santuario de Greccio y el Santuario de Poggio Bustone, desde donde partió la misión de paz de franciscanos.